martes, 1 de junio de 2010
La Fiesta
Heme aquí vacía, en una noche sombría,
¿dónde estas vos? Sólo en mis recuerdos.
Estoy donde nadie oye mi quejido
ni el dolor que tu ausencia
con tu partida dejó en mi corazón.
Estoy simplemente en mi cuarto
de donde no he salido
y ni he querido,
pues en otro lugar
no me sentiría mejor.
¡Hay una fiesta en este cuarto!,
donde invito a mis recuerdos
―estás en todos ellos―
y mis mejores invitados
habitan en mi ser y en mi corazón
los invitados son:
Mi tristeza,
que tiene la destreza
de recordarme tu ausencia.
No puedo dejar de mencionar a mi alma
que vive quejándose desde tu partida,
que no ha comido de tus labios,
dejándola con hambre, hambre de tu amor,
y lamentablemente, no puede saborearte hoy.
El invitado especial es
el recuerdo de tu cuerpo,
de tu mente y de tu corazón...
¡Hay amor!
¡Cómo extraño tu sonrisa!
¡Cómo extraño tu ironía!
¡Cómo te extraño en mi vida!,
pues esta fiesta no es la misma
desde tu partida...
Mi cuarto, 1999.
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Me acuerdo bien de ese período de tu vida... qué inocentes eramos entonces...
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